La responsabilidad ecológica que se busca en la aviación comercial, no deja de lado la eficiencia y progreso técnico de los aviones y motores. Actualmente, la aeronáutica está en un punto en el que no puede «dejar a un lado» el cuidado del medioambiente y por otro, no puede frenar el avance tecnológico de las prestaciones de la aviación, por ello, ambos aspectos tienen que ser fusionados de manera eficiente.

Los biocombustibles

La eficacia de los motores y en general de los aviones son parámetros que sirven para medir el progreso técnico de la industria aeronáutica. El combustible es un material indispensable para la operación de las aeronaves y garantizar su eficacia, asegurar el uso de un buen combustible permite un correcto funcionamiento de los motores y el cuidado de los mismos, por ello, no se puede hacer uso de cualquier combustible cuando se trata de aviones, esto provoca que los mejores combustibles también impliquen un alto costo.

Los biocombustibles están siendo desarrollados no sólo para disminuir la contaminación, sino también para maximizar su rendimiento, disminuyendo el impacto económico para las aerolíneas. Los productos de los cuales se obtienen los biocombustibles en su mayoría son cereales u oleaginosas, algunos se pueden combinar con combustibles de origen fósil.

Un poco de historia

La primera generación

La primera generación de biocombustibles se producía de la fermentación de plantas que generaban etanol y se podía usar como aditivo o sustituto de petróleo, no obstante, no podía ser utilizado en los motores de aviación (tampoco se pueden usar en la actualidad). Esto descalificó en un inicio la propuesta de biocombustibles para el sector aeronáutico, sin embargo, hubo quienes mantuvieron la idea para seguir desarrollando un combustible adecuado para las aeronaves.

Segunda generación

Hoy en día estamos usando biocombustibles de segunda generación, se trata de evitar recursos alimenticios para su producción, y se toman opciones como algas, madera, plantas halófilas, etc. para su elaboración. Las ventajas que presentan los biocombustibles de segunda generación son los siguientes: reducción de las emisiones de CO2 y menor emisión de gases de efecto invernadero. A diferencia del CO2 emitido por los combustibles fósiles; el CO2 de los biocombustibles es más fácil de absorber por las plantas.

Puesta en marcha

Desde el año 2008 diversas compañías del rubro aeronáutico han mostrado interés en el uso de los biocombustibles, entre otras cosas se han hecho vuelos para probar la eficacia de dichos combustibles. A partir de Junio de 2011 la Comisión Europea y las principales aerolíneas, junto con fabricantes de combustibles, han colaborado para establecer una iniciativa de venta de biocombustibles que entre en vigor lo más pronto posible, en este proyecto se establece que se produzcan 2 millones de toneladas de biocombustibles al año.

¿Qué opinas de este tema? ¿Conocías sobre los biocombustibles?

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Imagen de b1-foto vía Pixabay bajo licencia Creative Commons.


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